martes, 13 de noviembre de 2012

Acontecimientos Sucedidos...

CAMILA Y ROXANA   


PDF Imprimir E-mail

Roxana supo enseguida que lo suyo no era una historia de niña-mujer paraguaya, pues Camila era mendocina y había aterrizado en Bahía Blanca en circunstancias similares, sin querer, sin haberlo elegido.
Cuando el propietario del local las encierra, esperan unos minutos asegurando su partida, creando un espacio de intimidad precario sí, difícil también, pero que significa para las dos un cable a tierra. Ambas, amigas de naufragio, volvieron a sentir que  eran ellas mismas gracias a este vínculo, ambas sintieron que no estaban solas en esto, se animaron a reírse o mejor dicho pudieron hacerlo de verdad y sin necesidad de tomar alcohol, pastillas y todas esas porquerías usadas con los hombres que las visitan y exigen, pegan, disfrutan de su dolor, sin siquiera percibir que estas mujercitas son tan mujeres como sus hijas, sus hermanas, sus primas, sus madres, sus esposas.
Camila cuenta que llegó a Bahía Blanca con su novio, él empezó a llevarla al local de Beto, su amigo, según él le decía, y un día la dejó allí para siempre.A Roxana la cruzó a la Argentina Isaías, un amigo de su padrastro, la subieron a una camioneta, le dijeron que se calle, que no pregunte, que tome lo que le daban. Así medio dormida llegó y comenzó esa pesadilla diaria, solitaria, incertidumbre, dolor, dolor, mucho dolor difícil de explicar.
Ellas no recuerdan cuándo empezó todo, pero pueden asegurar que la coordinación fue perfecta. Beto siempre estaba con un gran llavero colgando y cuando se metía en la habitación de Luli siempre estaba borracho. Luego de pegarle y someterla se quedaba dormido un rato y un hilo de saliva caía de su boca. Acordaron que ese era el momento. Había que hablar con Luli y decirle que iban a entrar para quitarle una llave.
Meses de vigilancia les llevó saber cuál era la llave que necesitaban, sin embargo supieron rápidamente que el plan las motivaba tanto que se las arreglaron para simular que tomaban las pastillas (luego se las quitaban de la boca), tiraban el alcohol en el baño y jugaban a hacerse “las oquitas” para no llamar la atención.
Hubo un problema con esto: vieron más concientes el infierno en el que se encontraban, pero también esta angustia ayudó para darse fuerzas y tanto la una como la otra deseaba poder salvar a su amiga. Otra vez se sentían con un motivo, un sueño para vivir, la alegría que significaba lograrlo.
Y el día llegó: Luli les dejó abierta la pieza y cuando la bestia se durmió, Camila entró y quitó la llave de la calle. Era muy tarde, corrieron con su compañera de aventura mientras Luli vigilaba  que la bestia siga roncando. A lo mejor un día se iría ella se animó a pensar. Hoy la alería era ver a Roxana y Camila abrir la puerta y escapar con lo puesto.
Y Luli hizo lo que debía: retiró la llave, la volvió al llavero de la bestia y se durmió a su lado, como lo hacía casi todas las noches.




                                                     MARY PDF Imprimir E-mail
La supervivencia no deja lugar para esas cosas. Nadie intento detenerla, cuando con diecisiete años, les anunció que se iría a vivir con Ramón a pocas cuadras de la casilla que habitaban. Que haga lo que quiera, dijo su padre secamente: "es una boca menos".
Su madre, que desde el último embarazo había perdido la capacidad de llorar, la miró irse lentamente, desdibujándose hasta  perderse en las vueltas de los pasillos.

Su partida no asombró a nadie. Todos saben que allí tarde o temprano siempre se vuelve, las trampas de la pobreza casi nunca fallan, como si fuera armado a sabiendas y se sostuvieran privilegios a costa de la pena ajena. Ramón no fue mejor que su padre. Estaba con ella con la misma fuerza con que trabajaba en la construcción, en medio de sudor y golpes.
Y no era que no quisiera ser diferente, a veces le pedía perdón llorando como un chico desvalido y ella lo acogía con ternura, sabía que no era malo, en el fondo era así, por la vida que le tocó vivir, por la pobreza y por la violencia sufrida desde niño.
En el fondo se parecían, pero Mary había podido procesar de manera distinta sus carencias.
Una tarde llegó completamente ebrio. Ella intentó hablarle pero él la golpeó con furia. En el puño apretaba el telegrama de despido que había recibido esa mañana.
El cuerpo de Mary guarda las marcas de ese día. Ese día que decidió volver a la casilla de sus padres.Ramón no intentó nada por retenerla, sabía que merecía su abandono. Y no tenía sentido buscar su perdón una vez más.Pasaron muchos días dando vueltas frente a esa puerta. Finalmente se decidió a entrar. Alguien señaló con la mirada una silla vacía en la rueda de hombres. Todas las miradas se fijaron en él. Se puso de pie y dijo con la cabeza gacha pero con voz firme: Me llamo Ramón y golpeo a quien más quiero…

1 comentario:

  1. Gambling with the Internet Is More Fun than It Ever Is
    While online gambling is already 안양 출장마사지 legal in the U.S. in 2018, 상주 출장안마 it has taken up to 17 years to completely 아산 출장샵 change 여주 출장샵 the 아산 출장안마 game,

    ResponderEliminar